El pasado fin de semana decidimos juntarnos todos, los amigos, para celebrar la consabida comida de Navidad. Este año queríamos tirar la casa por la ventana, y zambulllirnos en un restaurante de postín. La elección no estaba clara, los mejor colocados eran El Asador Donostiarra con su cocina vasca, O´cruceiro los consabidos mariscos, El Bodegón y el Asador Frontón (el de Pedro Muguruza).
En esta época es difícil conseguir mesa sino se reserva, pero en eso no teníamos problemas, pues la Lola es secretaria de alto standing, y con sus influencias nos conseguiría mesa en cualquiera de estos sitios, según nos comento.
Al final, como siempre nos pasa, no nos pusimos de acuerdo. Y para poner en brete al Ministerio de Sanidad nos fuimos a un Burger King, a saborear esas hamburguesas que quieren proscribir.
Tal vez esa no fuera la única razón. La verdad es que en estas fechas en la que los gastos se multiplican (cenas de empresa, regalos y lotería, entre otras cosas) no esta de mas ahorrar algo, y de gastarnos mas de 60 euros por barba (en una comida pijotera, con la que te quedas con mas hambre, que la que llevabas), pasamos a gastarnos 6 euros y nuestros estómagos se quedaron agradecidos.
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