sábado, 26 de agosto de 2006

PERIPECIAS VERANIEGAS

Hoy que tengo posibilidades de conectarme a Internet, voy a contar las cosas que nos han ocurrido en estos días. Seguimos con este nuevo tipo de turismo que estamos llevando acabo, del gorrón o gorroneo.

De valencia fuimos a Oropesa. Donde nos esperaba sin saberlo Luís y su familia. El recibimiento fue muy bueno y de ellos partió la idea de quedarnos unos días (de esta forma, sin sospecharlo, se unían a nuestros planes).

Hemos pasado cuatro días hacinados en dos bungalow de su familia. Nos hemos juntado casi veinte personas, repartidos entre los dos. Y aunque parezca mentira no estábamos tan mal. Ya sé como se sienten esos emigrantes, que viven amontonados en un mismo piso, claro esta por cuestiones monetarias en su caso; por cierto conozco a unos Senegaleses que viven 16 en el mismo piso, incluso no se conocen unos a otros y duermen a turnos, en nuestro caso no llego a esto.
A pesar de vivir tanta gente junta, estaban muy bien organizados. Unos se dedicaban a tareas logísticas (limpieza y comida) y otros a tirarse a la Bartola, metafóricamente hablando, por que de eso hasta ahora nada de nada.

Nos juntábamos, toda la tropa, en la playa a realizar algún juego, y claro abarcábamos media superficie, por lo que se organizaban bastantes broncas, pero como éramos mayoría, se tenían que ir apartando poco a poco.

Lo que mas me ha gustado de nuestra estancia en Oropesa han sido los desayunos, que hacíamos después de hacer footing, la verdad es que algunos nos quedábamos rezagados, esperando que volvieran. Cuando terminaban nos íbamos a desayunar a un hotel.
Juanan y Luís entraban con paso firme en la recepción y nosotros detrás. Nos dirigíamos al comedor, y allí desgastábamos los deliciosos majares tipo buffet puestos para el desayuno (churros, huevos fritos, beicon, leche, zumos etc.).

Por supuesto, no pagábamos y ninguno de nosotros estaba alojado en ese hotel. Aprovechando la cantidad de gente que pernocta durante esta época del año en el hotel, unos cuantos mas no se darán cuenta, además acudíamos en la hora en la que un solo camarero se hacia cargo del asunto (8:30). La verdad es que todavía no se, si realmente nos colábamos o había algún tipo de tejemaneje entre el camarero y nuestro anfitrión.

Corto ya por hoy, me están llamando para dar un voltio. Por cierto estamos en Asturias, mañana seguiré contando nuestras peripecias que no han sido pocas hasta llegar aquí.

1 comentario:

Sandra dijo...

Pues que crees? yo soy una camarera del hotel donde te ibas a comer nuestra deliciosa comida, asi que estás preso amigo!! esta denuncia va por que va!

Jajajaja, nada, me alegro mucho que hayas disfrutado de alguna forma tus vacaciones :)

Saludos desde Rep. Dom