Han pasado ya cuatro meses de la implantación de la ley antitabaco, y la recuperación en las ventas y consumo del tabaco, se ha estabilizado a los niveles de antes de su aplicación. Los gobernantes no entienden que al pueblo no se le puede prohibir algo sin un fundamento, o se prohíbe “per se” o se deja como estaba, y hay esta el ejemplo.
Cuando a un niño de corta edad se le prohíbe o regaña por hacer una cosa, lo vuelve a hacer innumerables veces, y es que los españoles somos muy tozudos o cabezones en cuestiones de prohibiciones, cuando vemos que se realizan de forma convulsiva y sin razón.
El éxito de esta ley ha sido tan enorme, que ya incluso se hacen sorteos para provocar que la gente deje de fumar. De esta forma la Conserjería de Sanidad de Murcia realiza el concurso Quit and Win, para optar a los premios, los concursantes deben permanecer sin fumar durante al menos 4 semanas (esas son las esperanzas, pasado ese plazo seguro que seguirán fumando) el premio estelar es un crucero.
Es verdad que este tipo de medidas se están implantando en otros lugares, pero en la mayoría prima la libertad del consumidor, y no se le hace un proscrito por el consumo de tabaco, como se ha querido hacer en España.
No se llega al punto de Francia, en el que el gobierno, debilitado por la batalla con estudiantes y sindicatos, por el Contrato de Primer empleo, retiró la prohibición de fumar en bares y restaurantes.
Será este un toque de atención, o un aviso para navegantes, de que “la revolución en la granja” (del rebaño de borregos a los que gobiernan, al menos eso es lo que ellos piensan de sus gobernados, o por lo menos lo dan a entender) se puede producir en cualquier momento. Y es que cuando las barbas de tu vecino veas cortar pon las tuyas a remojar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario