El diccionario de la Real Academia Española de la lengua define el eufemismo como "manifestación suave o decorosa de ideas cuya recta y franca expresión sería dura o malsonante".
El discurso político esta lleno de esta figura retórica cuyo fin es enmascarar la realidad o distraer la atención de la plebe sobre un tema, de esta forma se trata de justificar lo injustificable. Su finalidad última es el engaño, hacer que la cruda realidad se convierta en algo natural.
El Colectivo de Víctimas del Terrorismo del País Vasco (Covite), ante el nuevo panorama, creado por el posible fin del terrorismo de ETA, quiere llamar a las cosas por su nombre y apartándose de lo políticamente correcto, dicen que basta ya de “eufemismos que confunden y distorsionan la verdad“, y que “sin la verdad, no se va a ningún sitio”. En definitiva “desde la autoridad moral que les da el saber muy bien de lo que hablan (porque lo han vivido en toda su crudeza)”, proponen llamar a las cosas por su nombre, con un lenguaje claro que no lleve a equivocos, e aquí algunas de sus aclaraciones:
No se dice «lucha armada»... Se dice «asesinatos de gente inocente e indefensa».
No se dice «conflicto entre vascos»... Se dice «cobarde exterminio de quien nos estorba».
No se dice «ekintza» [acción]... Se dice «asesinato fríamente calculado».
No se dice «kale borroka» [lucha callejera]... Se dice «vandalismo intolerable que pretende aterrorizar».
No se dice «normalización política»... Se dice «dejar de cometer aberraciones».
No se dice «radicales», pues ser radical es ir a la raíz de las cosas y por tanto algo eficaz, bueno y deseable... Se dice «neonazis».
No se dice «impuesto revolucionario»... Se dice «chantaje mafioso».
No se dice «refugiado»... Se dice «delincuente huido».
No se dice «involuntariamente ausentes»... Se dice «cobardemente asesinados», siempre cobardemente, siempre por la espalda, siempre sin dar una oportunidad a la víctima.
No se dice «mesa de partidos extraparlamentaria»... Se dice «chanchullo para sacar ventajas inadmisibles».
No se dice «todos tendremos que ceder en algo» [¿es que estamos hablando de dos hermanitos a los que su madre regaña por alguna travesura infantil? ¿O acaso de vecinos de una comunidad que discuten sobre el color del que van a pintar la fachada de su edificio?]... Se dice «quien ha cometido horribles crímenes tendrá que responder por ellos ante la justicia».
No se emplean palabras bonitas como «paz», «generosidad», etcétera, de un modo genérico, hueco y demagógico. Las palabras se deben decir con un contenido concreto ajustado a una realidad concreta. Sólo ahí tienen su pleno y auténtico sentido.
1 comentario:
Al del diploma de la High School debería darle vergüenza intentar aprovechar este post para fines comerciales.
El post es muy bueno: hablando claro, describiendo con claridad...
Publicar un comentario