BORRON

He de reconocerlo, mi letra manuscrita hay veces que no la descifro ni yo. En definitiva es fruto del sistema educativo en el que, los profesores soltaban como papagayos su discurso, y los estudiantes tomábamos a puntes a toda velocidad. No llega a ser taquigrafía, aunque le falta muy poco, hubo un tiempo en el que pasaba a limpio los apuntes, pero después descubrí que me daba igual (en esa época entendía todo), y además de esta forma nadie me pedía los apuntes por que no los entendían (sobretodo en la Universidad).

Ahora con los procesadores de texto, la verdad, es que escribo muy poco y cuando tengo que hacerlo me cuesta bastante trabajo, ya que tengo que intentar que sea legible para los demás, lo que siempre no consigo. Me suelen decir que tengo letra de medico o de notario, cuya grafía es producto de largas horas tomando apuntes durante la carrera ¿o no?.

Lo que puede ser una ventaja, tomar todo lo que dice un profesor a pie de la letra, se puede convertir en un problema con el paso del tiempo. Esto es lo que le ha ocurrido a una paciente brasileña que iba a ser operada de una fistulectomía (extirpación de fístulas en el ano). No se sabe si por la mala letra del galeno, una enfermera entendió histerectomía (extirpación del útero), lo que puso en la placa de la cama de la desdichada paciente y cuando el medico fue a operar hizo lo que ponía en la placa extirpar el útero.

Después de lamentar lo sucedido el medico se escuda en que el realizo lo que ponía en la placa, y aunque había atendido a esta mujer, por su consulta pasan muchas personas y no se queda con todas las caras.

En definitiva, la mujer de 29 años se queda, sin poder tener hijos (se iba a casar pronto y esa era su ilusión), el error se le empluma a una enfermera miope y el sistema sigue funcionando, hasta que se produzca de nuevo un error ortográfico o de mala caligrafía, y es que hasta el mejor escribiente comete un borrón.