La enfermedad no conoce de condición, raza o religión. No me refiero a una enfermedad cualquiera, sino al cáncer. Esta claro que puede afectar, más a unos que otros dependiendo de diversos factores, ya sean nutricionales, poblacionales, genéticos o provocados por la acción humana. Pero lo mismo le toca a un rico que a un mendigo.
En estos días hemos podido observar dos formas de enfrentarse ante la adversidad, de una desgracia provocada por una grave enfermedad. La casualidad ha querido que las dos se llamen Rocío (una de ellas de nombre artístico).
Una forma elegante y señorial, la protagonizada por Rocío Dúrcal y familia, la otra chabacana y esperpéntica, la que están mostrando Rocío Jurado y esa trupe que vive a su costa, se podrá decir que esta provocada por la prensa visceral (del corazón) pero no es menos cierto, que ha sido, en cierto modo, consentida por sus protagonistas, ya que a todos les gusta comer de la sopa boba.
Ha muerto, María de los Ángeles de las Heras Ortíz , pero Rocío Dúrcal seguirá viva por mucho tiempo, porque nos queda su legado, esas cientos de canciones, que sólo ella supo cantar. En todo el mundo se llora su desaparición, lo que demuestra que era una gran Dama.
Para muestra te dejo una canción interpretada por ella, la muerte del palomo, canción compuesta por Juan Gabriel (compositor y cantante mexicano) e interpretada con una maestría genial y llena de sentimiento, por la susodicha; ahora entiendo porque se le quería tanto en México.
Powered by Castpost
No hay comentarios:
Publicar un comentario