jueves, 12 de enero de 2006

MEADERO

El concepto de arte ha evolucionado notablemente a lo largo de la historia. Cada época, por sus propias necesidades culturales, expresa una forma determinada de arte que le es propia y por tanto distinta a formas artísticas del pasado. De esta forma se puede considera obra del arte en la actualidad, una novela, un poema, una película de cine, una fotografía o una obra de teatro, además de las obras de arte clásicas como la pintura, escultura o música.

Se define el arte como una expresión de la actividad humana mediante la cual se manifiesta una visión personal sobre lo real o imaginado, y al artista como persona que realiza obras de arte. Todo ello relacionado con el talento creativo, expresado en un contexto ya sea musical, literario, visual o de puesta en escena.
De esta forma se pueden ver ya en galerías de arte vasos, ropa, zapatos o muebles, respaldados con la firma de un artista y respondiendo al llamado "arte utilitario" en el que entra mas de lleno el concepto de diseño.

Mucha culpa de esto la tiene Marcel Duchamp, (Francia, 1887-1968), artista dadaísta (movimiento artístico que se caracterizó por gestos y manifestaciones provocadoras en las que los artistas pretendían destruir todas las convenciones con respecto al arte, creando un anti-arte) cuya obra ejerció una fuerte influencia en la evolución del arte de vanguardia del siglo XX, convencido de que cualquier objeto puede considerarse una obra de arte si un artista lo declara como tal y lo sitúa en un contexto apropiado, es decir en una galería o museo.
Su obra más significativa dentro de este concepto de arte conceptual, dominante en la actualidad, es ‘Fontaine’ (fuente), un urinario de porcelana, que fue elegida la obra de arte más influyente del siglo XX, por delante de ‘Las señoritas de Aviñón, de Picasso.

Esa idea de arte conceptual hay quien no la entiende, yo entre ellos, y se rebela ante obras de arte tan su generis. Esto le ocurre a un individuo de 77 años al que debe provocarle mucho que se considere arte una pieza cotidiana de un uso tan prosaico, como un meadero, que fue detenido en el parisiense centro Pompidou por liarse a martillazos contra el celebre objeto. No era la primera vez, ya que en 1993 hizo lo mismo e incluso hizo uso de esa obra de arte miccionando sobre ella.

No hay comentarios: