jueves, 5 de enero de 2006

BUENOS PROPOSITOS

Al comenzar un nuevo año, se hacen buenos propósitos para cambiar la vida, que hemos llevado hasta el momento. Hacer deporte, ir al gimnasio, adelgazar, aprender idiomas, entre otros. El más recurrente suele ser el de dejar de fumar.
Con la ley antitabaco de ZP, secundada por la mayoría de los grupos parlamentarios, este propósito, por imperativo legal, va a ser el más buscado y ansiado. El tabaquismo es la adicción que mas deja la gente, hay quien lo ha hecho más de 20 veces y ha vuelto a caer en sus garras una y otra vez.
Es una ley retrograda, hipócrita, coercitiva, canalla, miserable, fascista, cicatera e infumable, esto nunca mejor dicho, que va en contra del fumador y no del tabaco, que es el causante del mal.
Si la finalidad de la ley es que dejen de fumar el mayor número de fumadores, porque no se establecen medidas reparadoras que hagan que estos dejen de fumar, como pueden ser el pago de terapias por parte de la seguridad social. Dando un paso mas adelante, por qué no se prohíbe la comercialización del tal producto nocivo para la salud que causa 50.000 muertos al año en España.
Esta ley puede dar lugar a situaciones absurdas como prohibir a una persona fumar en un bar, que no permite fumar a sus clientes, y dejar que beba ingentes cantidades de alcohol, coja el coche y pille a varios viandantes (casos como este, desgraciadamente hay numerosos). O si vemos a alguien que incumple la ley, a quien se debe denunciar a la policía, para que deje sus labores y acuda a denunciar al fumador, medida que seguro aprobaran los cacos.
Aunque no lo parezca, no soy fumador, pero creo que las leyes tienen que tener un significado, del que esta ley carece. Estos progresistas están a favor de la eutanasia o el aborto y no permiten que uno se mate poco a poco, a pequeñas dosis placenteras.

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