Las generalizaciones son odiosas, injustas y además, generalmente, erróneas. No se puede encuadrar del mismo modo a todo un grupo o colectivo, por lo que haga alguno de sus componentes, aunque pueda representar a la inmensa mayoría del mismo.
El Plan Concilia aprobado por el Ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, para la conciliación de la vida laboral y familiar de los empleados públicos, no afecta a todos los funcionarios, sino solo a los de la Administración General del Estado, (unos ciento cincuenta mil). Por lo que deja fuera a los funcionarios de otras Administraciones (Local, Autonómica y de distintos organismos públicos, como Seguridad Social o Hacienda).
Lo bueno de esto es que sirve, digamos, de precedente para que se implante o al menos se negocie en otras Administraciones, lo que dará lugar a un gran despilfarro económico. Lo ideal seria que se traspasase al ámbito de la empresa privada, lo que resulta sin duda una utopía.
Aunque la Secretaria de Igualdad del PSOE, Maribel Montaño, ha dicho que el Plan supone “un anticipo” de la futura Ley de Igualdad”, que se supone se aplicara a todos los trabajadores. Lo que no sabemos es si lo que expresa esta señora, es real o es solo una “opinión o deseo” de ella, como ha ocurrido en otros casos. Tendremos que esperar un poco, tres o cuatro legislaturas seguramente, para ver cual es el resultado, al no ser que salga antes “la tonta del bote” a rebatir esta opinión.
De la misma forma, no todos los futbolistas son peseteros y mercenarios. Como en todo colectivo habrá un grupo que represente esa opción y en cambio otro que no.
Lo mismo ocurre con las personas de una determinada etnia. No por pertenecer a ella, son todos unos quinquis.
Porque un determinado periodista o periódico, no diga la verdad, no todos los periodistas o periódicos serán unos mentirosos, manipuladores o no reflejen la realidad.
No todos los políticos son corruptos. Porque alguno de ellos exijan dadivas, prebendas o acepten negocios, digamos, oscuros. Con esto no me estoy refiriendo a Montilla.
No todos los presidentes de Gobierno o Nación, son unos inútiles o tontos de capirote, porque haya alguno que lo sea. En antena 3 se anuncia un programa “el gran test” en el que se dice que Bush tiene un coeficiente intelectual de 92, esto no da medida de lo que pueda valer un gobernante, porque si supiéramos el coeficiente intelectual de algún otro nos llevaríamos una amarga sorpresa. No sólo estoy pensando en ZP, sino también en Chirac, Berlusconi, Blair, Chavez, Castro y un largo etcétera, cuyos actos denotan una falta de brillantez y capacidad para gobernar tremenda.
En este caso creo que las generalizaciones no son odiosas, sino que incluso son justas y reflejan una realidad, que sufrimos todos los ciudadanos que desgraciadamente les soportamos y parecemos.
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