Los teléfonos móviles o celulares han evolucionado una barbaridad. Del mastodonte de antaño que era como un ladrillo se ha pasado, a unos cada vez más pequeños.
Al igual que los usos. De aquel teléfono de antaño que solo se utilizaba para hablar (comunicarse), nos encontramos ahora que sirven para los más variados usos, cámara de fotos o de video, radio, televisión, navegador Web, GPS, y su consabido uso para el envío de mensajes, ya sean de texto o multimedia. Un uso no habitual es el de usarlo como vibrador, no es una leyenda urbana, lo que no resulta muy recomendable, sino pinchar en este enlace y ver las consecuencias.
Un nuevo uso hemos descubierto en esta semana es el de servir como comida, o al menos eso pretendía un sujeto. Según hemos podido leer, una chica de Missouri, Melinda Abell, para terminar una discusión con su novio se trago el teléfono móvil. Al menos eso dijo su novio en un primer momento cuando aviso a la policía.
Ahondando en la noticia, se ha sabido que quien realmente le hizo tragarse el móvil fue su novio, Marlon Brando Gill, que se “enojo” con ella y no se le ocurrió otra cosa que hacerle tragar el teléfono. La cosa acabo en el hospital, teniendo que recurrir los médicos a la cirugía para extraérselo. Afortunadamente, la joven ha salido ya del hospital, y se podrá tomar las uvas tranquilamente en su casa, su novio se encuentra a buen recaudo y no podrá obligarla a tomar doce teléfonos móviles, para dar entrada al nuevo año, como seria su propósito.
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