Que difícil es que te encuentres a una persona, en un centro comercial – lejos del lugar de tu residencia- al que no acudes desde hace mucho tiempo – más de cuatro años -, a la que no has visto desde hace al menos seis años.
Lo que resulta una casualidad ( diccionario de la RAE: de caual 1. f. Combinación de circunstancias que no se pueden prever ni evitar) es que a esa persona, la última vez que la viste fue precisamente en ese lugar y seguramente en esa misma fecha del año.
Hoy me he encontrado con mi amigo y colega Pepe, antiguo compañero de trabajo y de andanzas. hemos hecho repaso de nuestras vidas en apenas dos minutos. Le he visto bastante más viejo, supongo que él a mi igual. No nos hemos intercambiado los teléfonos, ya se sabe las prisas, por lo que espero verle la próxima vez, en el mismo lugar, ¿quién sabe cuando?.
Lo que ya no es una casualidad, sino más bien una putada o carbronada, es que te encuentres a ese compañero pelmazo y pesado, que detestas, cuando te vas de vacaciones, en una gasolinera en la que has parado a repostar y de paso a desayunar.
Ya es mala suerte, que hayas salido el mismo día, no siendo el primer día de vacaciones, sino uno intermedio, a una hora aproximada, y con las numerosas áreas de servicio que se encuentran en la carretera, decidas parar en la misma y a la misma hora, que el susodicho individuo.
Te saluda, porque te has hecho el sueco, fingiendo no verle. Te dice donde va, y horror vas al mismo sitio, te dices bueno en una localidad tan grande y con tanta gente, seguro que no lo volverás a ver. Se despide diciéndote “a ver si nos vemos y tomamos algo”. Educadamente le dices que si, aunque realmente lo que piensas es haber sino cae esa breva.
Te pasas todas las vacaciones, deseando no volver al verle, mirando para todos los lados antes de plantar la sombrilla. Si tienes mala suerte, y te cruzas con él cambias de acera, y si te he visto no me acuerdo.
Luego de vuelta de vacaciones, te cuenta sus batallitas, que si he hecho esto, he visto lo otro. Por supuesto no le haces caso y te crees de la misa la mitad, seguro que se habrá aburrido igual que tu, incluso más.
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