Esta noche me ha costado conciliar el sueño. Creo que ha sido por el calor sofocante que hacia, han dicho en las noticias que ha sido uno de los días más calurosos del verano. He escuchado las campanas de la iglesia tocar las horas hasta las 4. Después de dar innumerables vueltas en la cama, he logrado dormir.
Pero a eso de las nueve, me he despertado. El motivo ha sido una furgoneta que ha parado a los pies de la ventana – que tenia abierta de par en par -, y un megáfono del que salía una voz chillona, diciendo "el melonero, 3 melones cinco euros, a cala y a prueba".
Por los pueblos de Madrid es costumbre que por sus calles paseen vendedores ambulantes, aunque en teoría este prohibido, en los meses de verano, vendiendo frutas, flores u otras cosas.
Uno de ellos al que hace tiempo que no he vuelto a ver ni escuchar, es el que decía "a la rica miel y al queso", que llevaba en un morral, lo que pregonaba miel y queso. También recuerdo de pequeño al churrero, que llevaba en un cesto sus productos, churros y porras, no se como los elaboraría, pero puedo asegurar que eran mucho mejores a las que he comido después.
Un caso curioso era el del chatarrero lanero. Iba en su furgoneta con megáfono diciendo "el chatarrero lanero, compro todo lo viejo". Cuando le avisabas para recoger algo siempre sucedía lo mismo en vez de darte dinero por lo que le entregabas, al final tenias tu que pagarle para que se lo llevada o darle algo para sus innumerables hijos, creo que decía que tenia 9. Recuerdo el caso de una lavadora vieja, que después de regatear mucho le tuvimos que pagar 500 pesetas.
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