jueves, 10 de febrero de 2005

PERRO FLACO

El dicho de que a perro flaco todo son pulgas, debe ser cierto. Hoy sin ir mas lejos, este refrán se me puede aplicar a mí con todas sus letras.
No se si seré el tonto del barrio, pero sino es así, poco me falta, será que mi mala suerte me sigue acompañando, ahora que creía que había perdido mi mal fario.
Hay gente a la que se le paga por trabajar, y otra que paga por trabajar (ese debe ser mi caso), eso si, sin quererlo; me explico, hoy me ha faltado dinero al realizar la liquidación en el trabajo, no se si es que he dado mal algún cambio, que alguien ha metido mano en mi caja o que sin darme cuenta haya tirado algún sobre con dinero a la papelera –claro, esto lo pienso ahora -.
Siguiendo con mi mala racha, tendré que ponerlo mañana, por desgracia para mí, no es la primera vez que me ocurre; no se si es que soy demasiado bueno y me fío de todo el mundo, o es que soy gilipollas, seguramente será esto último, pero esto sólo me ocurre a mi. Soy demasiado confiado, quizás me falte mala leche, tengo que ser más cabrón, a lo mejor este es el momento para cambiar y dar una nueva vuelta a la tuerca de mi vida.
Todavía tengo la esperanza de que mañana entre los papeles me encuentre el sobre con el dinero, ya se sabe de ilusiones vive el hombre, si esto ocurriera volvería a creer en algo o en alguien.