martes, 5 de junio de 2007

CARPE DIEM

Alguna vez no has ido por la calle, por ejemplo a hacerte un análisis de sangre, pasas al lado de una pastelería y te ha apetece un bollo, que has visto en el escaparate. Entras te lo compras, y por ese motivo pierdes no solo la cita (tienes que ir en ayunas), sino también un día de trabajo, por un simple capricho.

O tienes que realizar unas compras, ves a la entrada a alguien pidiendo, sin pensártelo dos veces, le quieres dar algo de dinero, te hurgas el bolsillo y ves que apenas tienes dos euros, te parece poco y la sueltas el billete que llevas para realizar las compras, 50 euros, sin importarte las consecuencias de esa acción, en este caso, una bronca descomunal.

O estas en un hospital acompañando a un familiar, pasas por la zona de urgencias y ves una escena que te impacta. Una anciana abandonada y desvalida en una camilla, oyes al celador del hospital comentar a unos camilleros que la van a trasladar a otro centro, “pobre mujer su familia pasa de ella”, te da un impulso y les dices ”hola es mi tía y he venido a acompañarla”, sin saber a donde la van a llevar. Los de la ambulancia se portan muy bien y te permiten ir con ella en la parte de atrás. Esto lo haces porque te sale así de repente, luego de dejarla en la residencia tienes que volver, entre una cosa y otra te das cuenta que han pasado casi tres horas y te las has visto y deseado para volver al punto de partida, desde un lugar que desconoces, pero no te importa lo ocurrido, todo lo parecido merecía la pena.

Todo esto y alguna cosa mas, que por decoro omito, le ha sucedido a quien esto escribe.

El latinajo (frase latina usada en castellano) carpe diem podría explicar muy bien, estas acciones. Su significado literal es cosecha el día o disfruta el momento, en definitiva se puede resumir en "Vive el momento", es decir, "Aprovecha la oportunidad y no esperes a mañana, porque puede ocurrir que mañana la oportunidad ya no exista" –así es como se define en Wilkipedia-

Hay veces que nos cortamos cuando nos apetece hacer algo, no nos atrevemos a realizarlo, ya sea por las circunstancias, el que dirán o cualquier otro motivo que nos coarta, al menos eso a mi me ocurre. A partir de ahora, claro esta con ciertos limites, no es cuestión de andar en pelotas por la calle, ni incordiar al prójimo, voy a intentar realizar todos aquellos impulsos o actos que se me ocurran y apetezcan, sin importarme el como reaccionarán los demás, como dice el poeta “que me importa la gente si es que siempre van hablar”, CARPE DIEM!

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Es cierto, que le importa ala gente si siempre van a hablar.. A mi me ha pasado que un dia me lleve a un perro a mi casa del refugio animal de donde soy voluntaria y ejem. luego no sabia que hacer con el :S
Asi que... salud por eso.. Carpe Diem!! =)

Carlos C dijo...

Y sin embargo, la ironía es la fuente de donde brota el más agudo sentido de la vida. Considérote afortunado y salud con tequila: ¡Carpe Diem! (por cierto, suena bien el pretexto).

Anónimo dijo...

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