El espectáculo que hemos vivido con la retransmisión televisiva de la agonía y muerte de Rocío Jurado ha sido lamentable, por no decir execrable.
En todos los medios lo han dado con profusión, no con una finalidad informativa sino lucrativa. Son pocos los que se han atrevido a criticar esta situación en los medios, (los carroñeros son mayoría), pero ha habido excepciones, periodistas que han puesto las cosas en su sitio, aun a riesgo de ser tachados, es el caso de Martín Prieto en El Mundo. Te dejo un extracto de lo que ha publicado este fin de semana, que es el sentir de muchos:
La teleplebe ha evolucionado a peor. En Monteprincipe, en Houston, en la Moraleja y en Chipiona, chisgarabís hablando con faltas de ortografía (que ya es difícil) informaban ampliamente sobre lo que no sabían, y en los estudios, analistas rosas de todo a 100 peroraban sobre las diferencias entre una encefalopatía y un coma y daban clases de oncológica aplicada sobre el hígado doliente. Dale una cámara a la chusma y removerá el mundo.
Esperemos que le dejen descansar en paz, pero eso es como pedir peras al olmo. El espectáculo ha comenzado y ya veremos donde nos llevara, con esa banda de desaprensivos-carroñeros que invaden los medios.
Para finalizar y en homenaje a Rocío, una canción que la encumbro a lo mas alto del pedestal coplero, “Se nos rompió el amor“, en una “versión imposible“, A Palo Seco, que pocos habrán escuchado.
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