GUERRA DE CIFRAS

Siempre que ocurre una manifestación asistimos al enfrentamiento (guerra de cifras) entre los que tratan de magnificar el numero de manifestantes y quienes tratan de reducirlo o simplificarlo, de esta forma se intentan justificar unos y otros, por un lado dirán que ha sido todo un éxito por el numero de participantes y de otro se desprestigiara o deslegitimara por su escaso número.

Este comentario viene a colación acerca de la manifestación del pasado sábado de la Asociación de Victimas del Terrorismo, contra la política antiterrorista seguida por el Gobierno.

Estas son las cifras:
* Delegación del Gobierno en Madrid -110.000
* La AVT -1.750.000
* Comunidad de Madrid -1.400.000
* Confederación Española de Policía – 600.000
* El País - 177.282

Por fin nos hemos enterado del método utilizado para contabilizar los asistentes a una manifestación, que consiste en tomar la superficie ocupada del recorrido en metros cuadrados y multiplicarlo por la densidad media de manifestantes, (tomadas de imágenes aéreas de la zona), que oscila entre una persona por metro cuadrado y cinco, dependiendo del tipo de manifestación dinámica o estática. La teoría esta ahí, pero en la practica, ya vemos que los resultados no son iguales, porque para algunos había manifestantes en otras calles no contempladas en el calculo o ese muestreo (fotos de la zona) no se tomaron en el punto álgido de la manifestación.

Se puede observar que las discrepancias son enormes, pero por las imágenes que hemos podido ver televisión, no son tantos como dicen los convocantes y afines, ni tan pocas como nos quieren hacer ver los acólitos del poder, una medición más estimativa por no ser tan partidista, podría ser la de la policía, como siempre lo mejor el termino medio.

Con este enfrentamiento se ha obviado el objeto de la protesta, lo que al final beneficia al Gobierno. No se puede olvidar que la manifestación va mas allá de cualquier rango partidista, manifiesta la gran preocupación de parte de la población sobre este tema, que se esta tratando de forma oscurantista por parte del Gobierno, y de la necesidad de contar con el primer partido de la oposición en esta materia.