Siempre he tenido problemas existencialistas. Me he preguntado, como en la canción de Siniestro Total, ¿quiénes somos?, ¿de dónde venimos?, ¿adónde vamos?, ¿vivimos solos en la galaxia o acompañados?...

He tenido varias fases cambiantes con el paso del tiempo. La primera vez que comprendí que no estaba solo en el mundo, fue el primer día de Universidad, pobres novatos, para arriba y para abajo sin saber donde ir.

Se me paso esta fase, y volví a caer en la soledad. Cuando me presente a la oposición para funcionario publico, volví a darme cuenta de que no estaba solo, y encima fui agraciado con una plaza – más de cincuenta mil opositores para unas cuantas plazas, ¡que locura!-.

He vuelto a caer en mi vena individualista, en el oscurantismo, aunque viendo el entierro del Papa, se me ha pasado un poco, y ahora me digo “somos todo y a la vez no somos nada”.

De todas formas sigo buscando a alguien, aunque sea allí fuera, en la galaxia, de ahí mi búsqueda de vida extraterrestre a través del proyecto SETI.