El paro sigue siendo la principal preocupación de los españoles, con 4.574.700 personas sin trabajo y una tasa de desempleo del 19,79%, van transcurriendo meses y meses, y esa cifra se ha quedado prácticamente estancada. Por una parte se nos dice que las perspectivas son más halagüeñas que se vislumbran brotes verdes y por otra parte que esta situación se va a enquistar durante un largo periodo de tiempo… que si patatín que si patatán… pero la realidad es que en España hay mas de 300.000 hogares que sobreviven sin ningún tipo de ingresos y que el número de familias en los que no trabaja ningún miembro asciende a 1.292.300 (fuente EPA). Sin entrar en disquisiciones técnicas y visto este tema desde un punto agnóstico –desde la inopia-, llegará el momento que nos demos con el techo o caigamos al suelo de este problema –dependiendo del punto de vista por el que se analice-, ya que siguiendo la línea argumental de que los datos de un mes son mejores que los datos del mismo mes del año anterior, llegara un punto en el confluyan el numero de parados con el numero de empleados dando lugar al punto de inflexión de empate técnico entre unos y otros de manera que no puedan variar, al encontrarse toda la población en una u otra situación -se trata de una simple cuestión aritmética-.
Es el momento de crear empleo ¿cómo? Los bancos siguen teniendo ingentes beneficios que no repercuten en el consumidor (prestamos), y las instituciones miran hacia otro lado, mas preocupadas de su bienestar y de mantener su status quo que en ayudar al prójimo.
Dado que quienes tienen que crear empleo no lo hacen, las instituciones gobernantes, no de forma directa, sino mediante el estimulo y en mayor medida cumpliendo con sus compromiso de pago con clientes y proveedores, y las grandes empresas en manos de unos pocos cuya finalidad es el enriquecimiento desmedido personal y accionarial, de mantenerse más preocupados en mirar su propio ombligo seguir en sus puestos de privilegio (no solo económicos sino políticos) .
Es el momento de la iniciativa individual, la mayoría de las veces lanzándose sin paracaídas al ruedo económico y a la vorágine del mercado, pues ni de manera pública ni bancaria –como queda reseñado- se les presta ayuda, si la cosa sale bien surgirá la envidia (y una mayor fuente de ingresos para el Estado) y sino a ser el hazmerreír de esa plebe de ninguneantes resentidos sin escrúpulos que se hacen llamar empresarios.
Hete aquí algunas formas de creación de empleo que han saltado a la luz a través de los medios de comunicación estos últimos días sin haber conseguido el apego necesario.
Unos casos de iniciativa empresarial –de libro- sacada de los manuales de economía y generación de empleo que han tenido éxito y lo siguen teniendo desde tiempos remotos, como es el publicitar el negocio o los productos ofrecidos mediante el buzoneo o entrega mano a mano de folletos, que mejor forma de darse a conocer a un coste relativamente bajo: Reparte octavillas con su dirección ofreciendo rebajas para comprar cocaína
O estos otros de empresa familiar (concevido el negocio como proyecto de largo plazo para ser el sustento y soporte de la familia, que reduce costes y fomenta la exigencia de sacar a frote el negocio): a) Detenidos 7 miembros de una familia de timadores por el método del 'tocomocho'. b) Detienen a una familia por vender cocaína (madre e hijos traficaban en su casa del distrito de Hortaleza.)
Con este post no se trata de frivolizar sobre el tema, de por si angustioso no sólo para los que lo parecen en la actualidad, sino que para los que pueden verse en esta situación en un futuro no muy lejano, dadas las expectativas que se nos presentan y en manos de quienes nos encontramos para resolverlas. No es lo mismo ver esto como una estadística (así es como lo hacen TODOS los políticos independientemente de su pelaje y muy tristemente los sindicatos mayoritarios) que como integrante o componente de la misma.
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