lunes, 30 de noviembre de 2009

Síndrome del maestro liendre

Resulta un mal endémico, que en la sociedad actual nos pongamos a juzgar las cosas sin tener un verdadero conocimiento del tema, ni tan siquiera un ligero atisbo. Lo que en una primera instancia no resulta del todo malo, pues esta bien el poder opinar y expresar opiniones aunque sean equivocadas, contrastarlas con otros –siempre en términos de corrección, si es posible-, de forma que tengan el mismo valor a priori, incluso en ocasiones mucho más –que las de sesudos analistas con el síndrome del maestro liendre, que de todo sabe y de nada entiende-, por no estar manipuladas ni tergiversadas por intereses espurios, claro esta me estoy refiriendo a las opiniones de la gente corriente.

Este preámbulo viene a colación con lo que le ha ocurrido durante este fin de semana con el joven parleño "detenido por abusar sexualmente y causar quemaduras y lesiones a una niña de tres años" (titular de Canarias 7), en la localidad de Arona (Sta. Cruz de Tenerife).


La concatenación en cadena de errores que se han producido en este caso (médicos, policía, medios de comunicación) no puede ser excusa (excusatio non petita, accusatio manifesta = excusa no pedida, manifiesta acusación) para el ensañamiento y escarnio público sobre una persona (mas cuando los hechos no son nada claros, y se iban resquebrajando a cada paso). No sé puede entender el por qué salio esposado –en este caso no protestan los políticos, ya que no es uno de los suyos- y a cara descubierta (para el sufridor de la noticia sí pues no tenia nada que ocultar) con los peligros que esto puede conllevar no sólo para su propia integridad física, sino también para la de sus familiares. Además es repugnante como los políticos se han inmiscuido en este asunto para salir en la foto (Pleno del Cabildo de Tenerife) o como una asociación de defensa de la infancia se ha apuntado al carro para adquirir notoriedad (Save the children).

El ejemplo mas lamentable de este bochornoso espectáculo es el del diario ABC que titulaba el sábado en portada “La mirada del Asesino” con fotografía del protagonista –la presunción de inocencia que establece el articulo 24 de la Constitución pisoteada, sin ningún temor ni pudor –nunca pasa nada-. El domingo “consternados” por su cruel tropelía, se dignan a incluir en portada una breve reseña "victima de un error", ni arrepentimiento ni nada de nada.


Otro paradigma del mal uso de la deontología profesional, lo encontramos en la pagina 3 del diario La Razón –eufemismo- del sábado en la sección punto de mira, con este resaltado “los monstruos existen y están entre nosotros” (supongo que se referida a ellos y a otros que tal bailan como algunos seudo periodistas de programas de televisión que han animado el cotarro con sus insidias y desconocimientos).

Lo que no han sabido o querido hacer los representantes del cuarto poder, en primera instancia, lo ha hecho la ciudadanía a la que no le cuesta nada reconocer sus errores, los lectores -El Mundo- piden perdón al joven de Tenerife 'Diego, te pido disculpas por el linchamiento; he deseado tu muerte'.
Espoleados por el clamor popular ante la injusticia cometida, comienzan a aparecer ligeras rectificaciones pidiendo disculpas por parte de los "informadores". La mas sincera es la realizada por Canarias 7, hecha en tiempo y forma, mostrando un arrepentimiento sincero y espontaneo, otra con mas notoriedad, realizada de cara a la galería, es la de la Fape (Federación de Asociaciones de Periodistas de España) entonando "su mea culpa".

No se trata de matar al mensajero, justificación que pueden poner sobre la mesa, de hecho lo estan haciendo, los periódicos (medios de comunicación) para evitar esta vergonzosa función (provocada de histeria colectiva) al que han contribuido con un papel estelar, con sus juicios paralelos y mediáticos carentes de veracidad o al menos de un mínimo rigor –las noticias hay que contrastarlas- creando corrientes de opinión (la mayoría de los casos ficticias y mediatizadas) no se sabe bien porque intereses (manipulación ideológica o lo que es peor mercantilistas –vender más, no importa a que precio, ni a quien se lleven por delante-).

1 comentario:

Anónimo dijo...

Un Fiscal de Málaga dijo, en 2001, de una señora acusada (que luego resultó inocente) que tenía un carácter "pusilánime y muy gallego".......