CHIRIGOTA

Hay quien dice que el hombre -en sentido genérico, ser humano- es malo por naturaleza. Tal afirmación, como creo que resulta obvio, no es correcta. Habrá gente buena, menos buena, mala y muy mala, pero catalogar a todo el mundo por el mismo rasero resulta desafortunado.

Donde creo que este dicho si resulta cierto es en el mundo de la política. Se podrá reprochar que hay políticos buenos y malos, no solo en sentido del ejercicio de su puesto, sino también en su actual, digamos personal -mala persona-, pero aun pudiendo estar de acuerdo, en eso, yo cuando hablo de políticos me refiero a esos que ellos mismos se llaman de profesión, que son caso aparte.
Si no fuera por la política, sus tristes de por si vidas, no serian lo que son, y su actuar profesional seria bien distinto y por supuesto mucho peor remunerado.

Los casos de este tipo de políticos son innumerables, se aferran a su puesto como si les fuera la vida en ello, realmente es así, porque si no de que iban a vivir. La ideología, si es que la tienen no importa, todos son perros con el mismo collar.

Un caso paradigmático de este tipo seria el de el secretario de Organización del PSOE, Pepe Blanco. Además de ser mal político es mala persona, sino fuera por la política seria un pobre don nadie. Su ultima ocurrencia denunciar a foro de Ermua (o a quien sea responsable) por unos ripios carnavalescos :

"Ay Pepiño, Pepiño, Pepiño... Ay Pepiño, que noble es tu fin, que la ETA nos mata, nos mata... ¡Ay qué coño! Que empiecen por ti"

Su sucia y retorcida mente ve en estos “versos” apología del terrorismo y provocación del terrorismo, donde vamos a llegar. Lastima que las chirigotas de Cadiz tengan ya hecho su repertorio, porque estos versos les servirían.
El susodicho dice que en “política no vale todo”, pues que se aplique el cuento y comience a dar ejemplo, y deje de ver demonios donde no los hay.