martes, 26 de septiembre de 2006

RALLY EN EL SUPERMERCADO

Hay una cosa que no me gusta nada, es el ir de compras, da igual lo que sea, comida o ropa.

El estar cinco minutos para comprar, por ejemplo, unos calcetines me pone de quicio.
Últimamente tengo que ir asiduamente a comprar y he ideado un sistema, que hace que este el menor tiempo en el supermercado.

Cuando cojo el carro de la compra, comienzo a recorrer los pasillos como alma que sigue el diablo, cogiendo una cosa a uno y otro lado, incluso llegando a derrapar al cambiar de rasante.

Como no entiendo mucho de los distintos productos, los elijo por colores como el suavizante de la ropa, o el lavavajillas, por el tamaño, se supone que con el mas grande ahorras, por supuesto por el precio, o cuando es algo que no esta embasado y hay que pedirlo lo hago señalándolo.

El otro día había una señora que me interrumpía el paso en mi rally particular. Estaba cogiendo alpiste para el canario, supongo, pero como lo hay de varias marcas no se decidía por una. Estuvo formando un atasco hasta que cogio una. Me hizo perder un tiempo precioso.
Como ya no iba a batir mi marca, decidí vengarme de ella. Coincidimos en la zona de latas de conserva, con gran agilidad conseguí meterle en su carro tres botecitos de caviar que valían cada uno 27 euros. Fue muy divertido ver como la señora se enojaba, con la cajera, diciéndole que le cobraba una barbaridad. Después de repasar la tira se dio cuenta de lo de los botes y tuvo que dejarlos. Sonrojada abandono la tienda ante el murmullo de la concurrencia.

Toda la velocidad que llevo comprando la pierdo en el momento de embolsar las cosas, no consigo abrir ni una puta bolsa. Tendrían que dar instrucciones para saber como abrirlas siempre me tiene que ayudar la pobre cajera, creando un malestar entre la cola que me sigue.

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