Hoy se cumple un año de la victoria socialista en las elecciones generales del 14 de marzo de 2004. Transcurrido este periodo de tiempo es momento de realizar un análisis, como siempre por mi parte, sin acritud, de ese resultado.
La única verdad irrenunciable es que el PSOE gano las elecciones y que el atentado del 11 de marzo fue fruto del terrorismo islámico y en el murieron 192 personas, hasta aquí todos estamos de acuerdo.
Después sobre esa base se pueden realizar varios comentarios, algunos con más fundamento, como diría Arguiñano el cocinero, que otros.
La victoria del partido socialista, PSOE, desde mi punto de vista es consecuencia directa del atentado, por mucho que les duela a unos y les ponga de los nervios a otros. Para realizar esta afirmación me baso en los palos de ciego que ha dado el Gobierno desde su investidura, que denotan que no estaba preparado para gobernar, realizando una política errática y sin un rumbo definido (afirmando un día una cosa y al día siguiente desmintiéndolo), creo que este hecho es incuestionable. Sin embargo, que ha nadie le quepa duda de que esa victoria es totalmente legitima, así lo atestigua el numero de votantes.
No hay que achacarle sólo al atentado esa victoria. El partido popular, PP, se dio cuenta en un primer momento que si el atentado no había sido perpetrado por ETA, su futuro político quedaba seriamente dañado, por eso quiso dar largas sobre la autoría agarrándose a un clavo ardiendo, y claro al final se quemo.
Esa falta de valentía por parte del partido gobernante en aquel momento hizo de asidero para que algún grupo mediatico, léase GRUPO PRISA en general, CADENA SER en particular, instrumentaran esa cobardía, para crear un clima social no propicio para el gobierno (que ya estaba latente en el ambiente, caso chapapote y la llamada “guerra de Iraq”); de esta manera le pagaban su dejar hacer al grupo que se convirtió gracias a ellos en un oligopolio – Polanco, Presidente -.
La única verdad irrenunciable es que el PSOE gano las elecciones y que el atentado del 11 de marzo fue fruto del terrorismo islámico y en el murieron 192 personas, hasta aquí todos estamos de acuerdo.
Después sobre esa base se pueden realizar varios comentarios, algunos con más fundamento, como diría Arguiñano el cocinero, que otros.
La victoria del partido socialista, PSOE, desde mi punto de vista es consecuencia directa del atentado, por mucho que les duela a unos y les ponga de los nervios a otros. Para realizar esta afirmación me baso en los palos de ciego que ha dado el Gobierno desde su investidura, que denotan que no estaba preparado para gobernar, realizando una política errática y sin un rumbo definido (afirmando un día una cosa y al día siguiente desmintiéndolo), creo que este hecho es incuestionable. Sin embargo, que ha nadie le quepa duda de que esa victoria es totalmente legitima, así lo atestigua el numero de votantes.
No hay que achacarle sólo al atentado esa victoria. El partido popular, PP, se dio cuenta en un primer momento que si el atentado no había sido perpetrado por ETA, su futuro político quedaba seriamente dañado, por eso quiso dar largas sobre la autoría agarrándose a un clavo ardiendo, y claro al final se quemo.
Esa falta de valentía por parte del partido gobernante en aquel momento hizo de asidero para que algún grupo mediatico, léase GRUPO PRISA en general, CADENA SER en particular, instrumentaran esa cobardía, para crear un clima social no propicio para el gobierno (que ya estaba latente en el ambiente, caso chapapote y la llamada “guerra de Iraq”); de esta manera le pagaban su dejar hacer al grupo que se convirtió gracias a ellos en un oligopolio – Polanco, Presidente -.
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